En ocasión de la celebración de su medio siglo de vida, ADIC editó un libro cuyas historias se publicarán a lo largo de este año 2018. Para empezar, repasemos la de Diego Aguirre, el exfutbolista y actual entrenador que comenzó a dar sus pasos en el fútbol en el Colegio Maturana en las competencias de ADIC.

Esta es su historia:

Aquella tarde de sábado en la primavera de 1977 estaban listos como cada semana para otra jornada de aventuras. Para disfrutar esa hora de fútbol inolvidable, de diversión plena, que devolvía tantas recompensas como ninguna otra actividad.

El “Mono” Chalela, el “Negro” Araújo, Pablo Rial, Eduardo Mandía, “Bocacha” Ignelsi, Albano de Gasparri, Carlitos Gea, “Lulo” Lulovitz, Michel Ross, el “Mono” Sanseverino y Diego Aguirre, se aprontaban para celebrar otro partido y para defender la camiseta de Maturana con ese orgullo propio de los equipos que se defienden con el corazón y que se disfrutan con el sentimiento más puro.

Una década después, “La Fiera”, aquel gurí, endiablado delantero y pícaro goleador, que esa tarde convirtió un par de goles para otro triunfo de su Maturana, se transformaría en el héroe de Peñarol campeón de la Copa Libertadores 1987, con aquel gol inolvidable en el último segundo del partido ante América, en Santiago de Chile.

“Sabés que es lo más valioso que me dejó ADIC con aquellas tardes de fútbol, mis amigos para toda la vida, con los que nos seguimos juntando”, comienza a explicar el ahora entrenador de San Lorenzo de Argentina.

“Los curas en el colegio eran unos fenómenos. Ponelo con mayúsculas, eran unos FENÓMENOS. Fomentaban todos los deportes y te lo hacían vivir de una forma especial, te hacían vivirlos a pleno. Te transmitían un sentimiento muy sano por la competencia, y nosotros lo disfrutábamos cada sábado de tarde en ADIC”, recordó Aguirre.

El exfutbolista comenzó a jugar fútbol en Maturana a los 6 años y continuó hasta los 14. “Aunque también había básquetbol y vóleibol en el colegio, nunca jugué, sólo hice fútbol en ADIC; me encantaba el fútbol”, subrayó.

Aguirre cursó primaria y secundaria, hasta tercer año, en Maturana en la época en la que el colegio era solo para varones, y luego pasó a Juan XIII.

“Recuerdo que Maturana era un colegio con una gran tradición futbolera, porque por esos mismos equipos habían pasado Fernando Morena, Enzo Francescoli. Todo eso era mérito de los curas, insisto, porque te transmitían un espíritu bárbaro, te hacían vivir la competencia sana”, explicó.

Los dirigía el Profe Aníbal Pardeiro, y Aguirre recuerda haber conquistado varios títulos, en inolvidables finales con La Mennais.

“Maturana-La Mennais era el clásico de aquellos tiempos en ADIC, y los títulos se definían casi siempre entre nosotros. También recuerdo que con muchos de los rivales de los sábados, el domingo de mañana compartíamos equipos en baby de Playa Honda. Pero el sábado siempre les quería ganar”, comenta y se ríe.

A los 16 años comenzó a jugar en Liverpool y de allí en más comenzó a recorrer ese camino señalado para unos pocos elegidos. Con Peñarol fue campeón del Competencia y Uruguayo 1986, de la Libertadores 1987, luego emigró y su carrera continuó en Olympiakos (Grecia), Inter (Brasil), Sao Paulo (Brasil), Portuguesa (Brasil), Independiente (Argentina), Marbella (España), Danubio, Ourense (España), Deportivo FAS (El Salvador), Deportes Temuco (Chile), River Plate (Uruguay) y Rentistas, donde se retiró en 1999.

Como entrenador debutó en Plaza Colonia en 2002 y luego dirigió a Peñarol, Aucas (Ecuador), Wanderers, Alianza Lima (Perú), selección sub 20 de Uruguay, Peñarol, Al-Rayyan (Catar), Inter (Brasil), Atlético Mineiro (Brasil), San Lorenzo (Argentina). Con Peñarol fue campeón Uruguayo en 2003 y 2009-2010.

En la foto que acompaña este artículo en el equipo de Colegio Maturana aparecen parados de izquierda a derecha: Pablo Rial, Eduardo Mandia, Bocacha Ignelsi, Albano de Gasparri, Carlitos Gea; agachados: Lulo Lulovitz, Diego Aguirre, Michel Ross, Mono Sanseverino, Mono Chalela y Negro Araújo.